Sir Francis Drake y su Historia con Cartagena de Indias
Sir Francis Drake, conocido tanto como un héroe inglés como un temido corsario, dejó una huella imborrable en la historia de Cartagena de Indias. Su incursión en esta ciudad caribeña en 1586 no solo marcó un episodio crucial en las relaciones anglo-españolas durante el Siglo de Oro, sino que también dejó un legado de intriga, valentía y saqueo.
Nacido en Tavistock, Devon, Inglaterra, alrededor de 1540, Francis Drake creció en una época de expansión y conflicto marítimo. Hijo de un granjero protestante, Drake se hizo a la mar desde joven y pronto demostró su habilidad en la navegación y el combate. A lo largo de su carrera, navegó extensamente, participando en expediciones que lo llevaron desde las costas africanas hasta el Caribe.
Drake se ganó la reputación de ser un navegante audaz y un enemigo implacable de España, el mayor imperio marítimo de la época. Su fama se consolidó cuando, en 1577, fue el primer inglés en circunnavegar el mundo, una hazaña que le valió ser nombrado caballero por la reina Isabel I a su regreso.
El Contexto de la Incursión en Cartagena
A finales del siglo XVI, el Caribe era un hervidero de actividad colonial y piratería. Las riquezas del Nuevo Mundo, especialmente las de las colonias españolas, eran un imán para corsarios y piratas de diversas nacionalidades. Cartagena de Indias, fundada en 1533, era uno de los puertos más importantes y fortificados del Imperio español en América. La ciudad era clave en la ruta de transporte de oro y plata desde Sudamérica a España, lo que la convertía en un objetivo atractivo para Drake.
En 1585, Inglaterra y España estaban en el umbral de la guerra abierta. Isabel I autorizó a Drake a liderar una expedición contra los intereses españoles en el Caribe, una misión que combinaba objetivos militares y económicos. La expedición de Drake, compuesta por unos 20 barcos y 2,300 hombres, tenía como objetivo interrumpir las rutas comerciales españolas y apoderarse de sus riquezas.
El Ataque a Cartagena de Indias
El 9 de febrero de 1586, la flota de Drake apareció frente a las costas de Cartagena. A pesar de las fortificaciones de la ciudad y la presencia de una guarnición, los defensores no estaban preparados para la magnitud y la ferocidad del ataque. Drake, utilizando tácticas de sorpresa y velocidad, desembarcó sus fuerzas y rápidamente tomó el control de la ciudad.
El asalto fue brutal. Los soldados ingleses saquearon Cartagena, tomando posesión de valiosos bienes, incluyendo oro, plata, joyas y otros tesoros. Los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron sometidos a un trato despiadado. Drake exigió un rescate de 107,000 ducados a cambio de no destruir la ciudad. Las autoridades coloniales no tuvieron más remedio que pagar la suma, aunque esto no impidió que los ingleses continuaran saqueando y destruyendo propiedades.
Las Consecuencias del Ataque
El ataque de Drake a Cartagena tuvo repercusiones significativas. Desde el punto de vista inglés, la expedición fue un éxito rotundo. Drake regresó a Inglaterra como un héroe, cargado de tesoros y con su reputación aún más engrandecida. Sin embargo, para los españoles, el ataque fue un recordatorio humillante de la vulnerabilidad de sus colonias en el Nuevo Mundo.
El saqueo de Cartagena impulsó a las autoridades españolas a reforzar sus defensas en el Caribe. La ciudad de Cartagena, en particular, experimentó una renovación y expansión de sus fortificaciones. Se construyeron nuevas murallas y bastiones, y se mejoraron las defensas existentes, convirtiendo a la ciudad en una de las plazas fuertes más impenetrables de Améric
Además, el ataque de Drake exacerbó las tensiones entre Inglaterra y España, contribuyendo a la escalada de conflictos que culminaron en la Guerra Anglo-Española (1585-1604). Esta guerra incluyó eventos notables como la fallida Armada Invencible en 1588, en la que Drake también jugó un papel destacado.
El Legado de Drake en Cartagena
Hoy en día, la historia de Sir Francis Drake en Cartagena de Indias es recordada tanto con admiración como con rencor. Para muchos, es visto como un símbolo de resistencia y audacia contra el poderío español. Sin embargo, para otros, especialmente en Cartagena, su nombre está asociado con destrucción y pillaje.
La presencia de Drake en la historia de la ciudad se ha inmortalizado en diversas formas. Hay calles y lugares que llevan su nombre, y su figura es parte de la rica tapeza de historias y leyendas que conforman el patrimonio cultural de Cartagena. Los eventos de 1586 son recordados en museos y sitios históricos, proporcionando una ventana a un pasado tumultuoso que ha moldeado el carácter de la ciudad.
En última instancia, la historia de Sir Francis Drake y su ataque a Cartagena de Indias es un testimonio de la complejidad del legado colonial en América Latina. Es un capítulo de audacia y crueldad, de conquista y resistencia, que sigue resonando en la memoria colectiva de esta ciudad caribeña.
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